Los itinerarios son recorridos que tienen como punto de partida Abioncillo y que no necesitan para su desarrollo ningún medio de transporte.
Los dividiremos en itinerarios largos y cortos, en función del desarrollo temporal de los mismos. Los itinerarios largos ocuparán bien una mañana o una tarde entera. Los cortos, como su propio nombre indican, no necesitan de tanto tiempo y vienen a tardar unas dos horas. En ambos casos, los itinerarios se acompañan de fichas y material didáctico y se completan realizándose una serie de juegos medioambientales distintos según el recorrido.
Itinerarios largos
A cinco kilómetros de Abioncillo se encuentra el nacimiento del Río Abión, un paraje llamado la Fuentona, ya que estamos ante una gran surgencia cárstica donde el río mana mansamente de las profundidades. Está considerada una de las cavidades sumergida más profunda de España. El paraje, enmarcado en un cañón calizo y poblado de numerosas aves rapaces con predominio del buitre leonado, fue declarado Monumento Natural por parte de la Junta de Castilla y León. En el recorrido desde el pueblo se atraviesa el sabinar, el pinar, el bosque de ribera y un anticlinal tumbado.
Paralelo al río Abión, discurre el río Muriel Viejo, modesto cauce de agua que en tiempos pasados tuvo la suficiente fuerza de tallar un hermosísimo hocino donde podemos adentrarnos en las profundidades de la tierra. Una de sus cuevas, la Cueva Maja, es un yacimiento de la Edad del Bronce con grabados rupestres esquemáticos. El itinerario desde Abioncillo atraviesa el sabinar, -el árbol típico de la comarca-. En la cueva, además del repaso histórico correspondiente, se hacen ejercicios de percepción y una pequeña simulación de la evolución de la iluminación.
La cabecera de la comarca es la, otrora, floreciente villa de Calatañazor. Hoy en día sólo nos quedan los restos de ese pasado, unos restos dignos de ver y que hacen que el lugar esté declarado Conjunto Histórico-Artístico: una iglesia y dos ermitas románicas, ruinas del castillo cimero y murallas rodeando el pueblo, el rollo, las calles y casas típicas…
Para llegar hasta allí, tendremos que haber atravesado el carrascal, tupido bosque de encinas resultado de una secular explotación de leñas y carbones. El bosque mediterráneo y el medioevo ¿no es una buena opción para una mañana?
Itinerarios cortos
Los pinares sorianos son un modelo de explotación racional y sostenida. En este bosque comunal de Muriel de la Fuente estudiamos el ecosistema del pinar, con ejercicios matemáticos tales como medición de árboles, hallar densidades y volúmenes… con el fin de comprobar ese desarrollo sostenible del que hablábamos al principio.
El río Abión en su discurrir hacia el Duero se encajona en las calizas del Cretáceo dejándonos otro rincón mágico a las puertas de Abioncillo, donde estudiar por ejemplo el bosque de ribera o la misma calidad de las aguas del río. El final del valle hacia la meseta coincide con un pequeño manantial que da nombre al recorrido.
La Cañada Real tras pasar por Abioncillo se interna en el bosque de La Mata donde podremos observar distintos tipos de vegetación: sabinar, encinar y quejigar. La cultura pastoril se refleja perfectamente en elementos tales como la propia cañada, el salegar o las tainas.
Itinerario nocturno hacia el bosque de la Mata donde se podrá observar lo anteriormente dicho en este recorrido. Se harán explicaciones sobre la flora y fauna del entorno y se realizará un fuego de campamento donde se contarán historias.
Nombre por el que se conoce a un monte poblado de encinas; nicho ecológico del jabalí y lugar apropiado para conocer sus recursos: Carboneo, ramoneo…
Excursiones
Las excursiones que proponemos se desarrollan en la provincia de Soria y buscan conjugar lo ambiental con lo patrimonial, aunque en la mayoría de ellos prima uno u otro. Las salidas pueden ocupar una mañana o tarde o bien, el día entero.
El autobús se pone por el propio grupo. En todas las excursiones acompañamos fichas y material didáctico de aquellos puntos de interés más destacados de lo que se vaya a ver. En gran parte de las ocasiones se podrían realizar en un mismo día al menos dos de las excursiones que aquí se proponen.
En el corazón de los Picos de Urbión, a escasos kilómetros del nacimiento del río Duero y a unos 1.750 metros de altitud, se encuentra la Laguna Negra, enmarcada en los cortados que el modelado glaciar dejó indelebles en la roca. Para llegar hasta allí, nuestro autobús recorre una de las mejores y más extensas masas forestales de la península, la tierra de pinares, poblada por frondosos bosques de pino negral y sobre todo de pino albar, aunque también de robledales y según ascendemos, de pequeños hayedos y acebedas. Como se ve, altas posibilidades de detenernos en materias geográficas y naturales, pero sin desdeñar las históricas y literarias. En la misma orilla de la laguna, solemos leer la «Tierra de Alvargonzález», poema que Antonio Machado ambienta en estos sobrecogedores parajes.
En el oeste de la provincia, el río Lobos ha excavado una profunda y larga incisión en las calizas de la Sierra de Nafría, creando un valle fluvial de 25 kilómetros de largo conocido como el Cañón. Sus destacados valores naturales hicieron que en 1985 se declarara Parque Natural, el primer espacio protegido de Castilla y León. Nuestra visita suele incluir un recorrido por la primera parte del espacio hasta alcanzar la ermita templaria de San Bartolomé, donde con una ficha acercamos los aspectos más destacados de tal construcción. Normalmente, se visita con anterioridad el Centro de Interpretación de la Naturaleza. También hay posibilidades de visitar la Cueva de La Galiana Alta, donde podemos reconocer los elementos del relieve cárstico, así como ejercicios de percepción y evolución de la iluminación. Posibilidad de hacer rutas de senderismo, recorriendo el interior del Parque.
La más pequeña de las ciudades castellanas y también una de las más desconocidas. Su esplendor medieval se corrobora cuando vemos sus iglesias románicas, en especial San Juan de Rabanera, Santo Domingo, el Claustro de la concatedral de San Pedro, y lo inexcusable, el Claustro de San Juan de Duero.
La historia, el arte y la poesía se funden en el camino del Duero, entre San Polo y San Saturio, donde el poeta Antonio Machado canta al paisaje soriano. En Soria se encuentra también el Museo Arqueológico Provincial o Numantino, llamado así por recoger buena parte de los restos materiales de tan histórica ciudad. En la actualidad, una buena opción es visitar el yacimiento, situado apenas a 7 kilómetros de Soria, donde se ha reconstruido una casa romana y otra celtibérica y se ha inaugurado recientemente en Garray, localidad aledaña, una muy interesante aula arqueológica.
En el SO de la provincia, a 1200 metros de altitud, sobre una muela de areniscas se asentó una de las más importantes ciudades del mundo celtíbero. Los romanos vieron la conveniencia y buena situación de su emplazamiento y la siguieron poblando después de su conquista, dotándola de muchas de las ventajas de su urbanismo. Hoy en día ofrece una visita fascinante, pues el yacimiento permite atisbar lo que fue la ciudad, ofreciéndonos muy interesante arquitectura rupestre al estar excavada buena parte de sus estructuras en las areniscas rojas de la zona. La visita incluye el museo instalado allí mismo.
Las luchas entre árabes y cristianos que mantuvieron la frontera en estas tierras durante 200 años nos han dejado buenos ejemplos de construcciones militares y religiosas. El Cid en su destierro pasó por estas tierras y podemos seguir sus andanzas partiendo desde la localidad ribereña de San Esteban de Gormaz, donde podríamos observar sus iglesias románicas, el Rivero y San Miguel, en particular esta última pues estaríamos viendo la primera galería porticada del románico español (S. XI).
Desde allí seguiríamos hasta El Burgo de Osma, ciudad episcopal, donde además de su catedral gótica, destacan los restos de la ciudad celtibero-romana de Uxama, lugar donde en el siglo X se levantó una atalaya árabe, recientemente restaurada. El camino nos llevaría hasta Gormaz, la fortaleza califal más grande de Europa en el siglo X, enclavada en lo alto de un cerro como un barco encallado. Desde esa posición se divisa buena parte de la provincia de Soria.Siguiendo el cauce del Duero, llegaríamos a la villa de Berlanga de Duero de la que fue alcalde el propio Cid. Sus calles porticadas, su colegiata y su castillo merecen una visita. La ruta puede concluir visitando la ermita mozárabe de San Baudelio a 10 Km. de Berlanga, un modestísimo edificio del siglo X en su exterior pero que al entrar nos descubre un auténtico lujo arquitectónico con una columna en forma de palmera que soporta la cubierta y el mismo lujo o superior en sus pinturas murales o en lo que quedan de ellas pues fueron «expoliadas» a principios de siglo.
Saliendo desde Abioncillo y pudiendo aprovechar hitos del itinerario anterior como Berlanga y San Baudelio, recorreríamos tierras del sur soriano menos conocidas que las anteriores, pero igual de interesantes. A 10 kilómetros de la ermita de San Baudelio se encuentra Rello, pueblo totalmente amurallado, enclavado en lo alto de un cerro calizo y con restos de su pasado esplendor: rello de hierro, castillo.
Tras pasar por pueblos que nos hablan de las culturas pasadas: Románicos, Mezquetillas…, llegaríamos a Ambrona, el valle de los elefantes. Hace 300.000 años, lo que hoy es una zona alta y seca, era una sucesión de zonas encharcables y con clima tropical, donde los hombres del paleolítico aprovechaban como carroñeros los restos de grandes elefantes que morían en esos pantanos. La zona se está excavando y en Ambrona, in situ, se ha establecido un museo paleontológico con los restos de estos animales.
Desde allí, llegaríamos a Medinaceli -ciudad de Selim-, capital de la Marca Media árabe durante el siglo X y vía de entrada desde el valle del Jalón a la meseta. Coronando la ciudad y visible desde el valle se alza el arco romano, único en España de tres vanos. La ciudad donde muriera Almanzor es además un continuo rosario de casas señoriales, palacios, iglesias y ermitas. Esta ruta se podría hacer también desde Soria capital.
En el norte de la provincia y compartiendo los rasgos con la vecina Rioja se extiende el valle del Cidacos, abierto entre sierras abruptas y peladas que en otros tiempos fueran un gigantesco delta de un gran río tropical donde pasaban su vida un gran número de dinosaurios que dejaron sus huellas impresas en el limo que se cubrieron con sedimentos y fosilizaron. El tiempo ha descubierto esas huellas y hoy en día son cientos las icnitas, es decir las huellas de los dinosaurios- que pueden verse en este valle. En concreto vemos las huellas que se encuentran en Santa Cruz de Yanguas, Bretún y Villar del Río y además en esta localidad se visita un museo paleontológico con reproducciones, maquetas etc.
Junto a Villar del Río, se encuentra la villa de Yanguas, con tradición arriera -véase aquellos desalmados yangüeses que apalean a Don Quijote-, y con un excelente conjunto de construcciones donde se conserva la arquitectura de lajas de la zona. Además, castillo de tapial, iglesias románicas, buitreras junto al pueblo.